Es bien sabido que las águilas poseen una vista excepcional, hasta ocho veces más nítida que la de los humanos. Sin embargo, fue gracias al estudio realizado por un equipo de científicos de la NASA que se descubrió el verdadero secreto detrás de su impresionante visión: pequeñas gotas de aceite de tonos naranjas, rojos y amarillos que cubren sus ojos, permitiéndoles detectar a sus presas desde largas distancias, sin importar la iluminación.

Este hallazgo llevó a los científicos a sintetizar estos recubrimientos únicos para lentes, y la NASA rápidamente vio su potencial para proteger y mejorar la visión de sus astronautas durante misiones espaciales, incluyendo aquellas hacia la Luna y más allá.